“Viviendo y Creando Solidaridad entre Mujeres”: ése era el título de la jornada que propusimos como Colectivo Feminista Revolucionario junto con la Mesa Feminista de Socialismo Libertario y el Área de la Mujer de Radio Enlace para el pasado 13 de marzo. Y, ciertamente, ese domingo comenzamos a sentir y a vivir ya la solidaridad que se puede crear entre nosotras, conocidas o desconocidas, de diversas generaciones y procedencias.
Fue una hermosa jornada en la que participamos 39 mujeres, y en la que nos dio tiempo a intercambiarnos sobre muchos temas, tanto en los momentos comunes como informalmente.
Por la mañana reflexionamos sobre los 150 años de Revolución Feminista pero en clave muy actualizadora, poniendo la mirada y el corazón en las esperanzas que vienen de la revolución árabe (y no sólo) que comienza, también compartiendo incertidumbres y distintos puntos de vista. Preguntándonos qué nos cambia, qué pueden significar para nuestro género y para la humanidad estas revoluciones y que las mujeres sean protagonistas de primera línea. Pensar que la solidaridad, la hermandad puede ser positiva, contagiosa, y se puede dar en el tiempo y en el espacio. Es decir, sentirnos parte de nuestras predecesoras en la revolución feminista, sentirnos junto a nuestras hermanas que luchan en tantos lugares para las que la vida ha cambiado. Imaginar que cambiamos nuestra vida con ellas...
El “vídeo-panfleto” de Agnès Vardà nos gustó mucho y, a pesar de su brevedad, dio lugar a debates sobre la belleza en las mujeres, los cánones y la elecciones/imposiciones estéticas. También sobre la maternidad, tema que retomamos posteriormente.
Y, finalmente, la asamblea: comenzamos hablando sobre la violencia machista, sobre el importante papel que puede jugar la solidaridad entre mujeres. Pensamos en las redes solidarias que ya se dan y las que se podrían dar. Estábamos de acuerdo en que delegar en los estados nuestra seguridad se torna ineficaz, como nos demuestra desgraciadamente la actualidad. Hubo también distintos puntos de vista sobre el feminismo, sobre las perspectivas en cuanto a las relaciones, a la familia, que pudimos contrastar tranquilamente ya que, positivamente, había diversidad de ideas, pensamientos y elecciones entre nosotras. Ése era también uno de nuestros objetivos, dentro del clima de respeto y diálogo que creamos juntas.
En definitiva, un día bonito y emocionante que no queremos dar por terminado, que es y puede ser un comienzo de búsqueda y creación de espacios de solidaridad entre mujeres. Que puede ser un punto de partida para nuestra propuesta de construcción de colectivos feministas revolucionarios en distintos lugares. Para que nazcan y crezcan ámbitos en nuestra cotidianidad que trastoquen lo establecido, que sean punto de referencia y lugar de encuentro y agregación. Porque juntas podemos liberar energías jamás soñadas*.
* “Los movimientos sufragistas: energías jamás soñadas”: Éste es el título del artículo de Eva Lorenta publicado en la revista Lucy (2006) ,que toma la frase que Emmeline Pethick-Lawrence escribe en su libro autobiográfico “My Part in a Changing Word”
Fue una hermosa jornada en la que participamos 39 mujeres, y en la que nos dio tiempo a intercambiarnos sobre muchos temas, tanto en los momentos comunes como informalmente.
Por la mañana reflexionamos sobre los 150 años de Revolución Feminista pero en clave muy actualizadora, poniendo la mirada y el corazón en las esperanzas que vienen de la revolución árabe (y no sólo) que comienza, también compartiendo incertidumbres y distintos puntos de vista. Preguntándonos qué nos cambia, qué pueden significar para nuestro género y para la humanidad estas revoluciones y que las mujeres sean protagonistas de primera línea. Pensar que la solidaridad, la hermandad puede ser positiva, contagiosa, y se puede dar en el tiempo y en el espacio. Es decir, sentirnos parte de nuestras predecesoras en la revolución feminista, sentirnos junto a nuestras hermanas que luchan en tantos lugares para las que la vida ha cambiado. Imaginar que cambiamos nuestra vida con ellas...
El “vídeo-panfleto” de Agnès Vardà nos gustó mucho y, a pesar de su brevedad, dio lugar a debates sobre la belleza en las mujeres, los cánones y la elecciones/imposiciones estéticas. También sobre la maternidad, tema que retomamos posteriormente.
Y, finalmente, la asamblea: comenzamos hablando sobre la violencia machista, sobre el importante papel que puede jugar la solidaridad entre mujeres. Pensamos en las redes solidarias que ya se dan y las que se podrían dar. Estábamos de acuerdo en que delegar en los estados nuestra seguridad se torna ineficaz, como nos demuestra desgraciadamente la actualidad. Hubo también distintos puntos de vista sobre el feminismo, sobre las perspectivas en cuanto a las relaciones, a la familia, que pudimos contrastar tranquilamente ya que, positivamente, había diversidad de ideas, pensamientos y elecciones entre nosotras. Ése era también uno de nuestros objetivos, dentro del clima de respeto y diálogo que creamos juntas.
En definitiva, un día bonito y emocionante que no queremos dar por terminado, que es y puede ser un comienzo de búsqueda y creación de espacios de solidaridad entre mujeres. Que puede ser un punto de partida para nuestra propuesta de construcción de colectivos feministas revolucionarios en distintos lugares. Para que nazcan y crezcan ámbitos en nuestra cotidianidad que trastoquen lo establecido, que sean punto de referencia y lugar de encuentro y agregación. Porque juntas podemos liberar energías jamás soñadas*.
* “Los movimientos sufragistas: energías jamás soñadas”: Éste es el título del artículo de Eva Lorenta publicado en la revista Lucy (2006) ,que toma la frase que Emmeline Pethick-Lawrence escribe en su libro autobiográfico “My Part in a Changing Word”
No hay comentarios:
Publicar un comentario